Tras una primera rueda en la que sorprendió Rosario Central (equipo que llegaba de ganar el ascenso) al disputar el primer puesto con River Plate, sobrevino en los desquites una interesantísima disputa entre River Plate y Boca Juniors, este último, tras un mal comienzo, jugó los últimos 23 partidos sin perder.
Pocas veces los dos equipos más populares del fútbol argentino disputaron un campeonato de manera tan reñida, si bien lo hicieron con estilos claramente diferenciados. River, con mayor aptitud técnica; Boca, con su proverbial garra que con frecuencia le permitió competir en igualdad de condiciones con su clásico rival.
La puja se definió sólo en los últimos minutos de la última fecha, en la que Boca se consagró campeón con un solo punto de ventaja cuando parecía que se produciría un empate en el primer puesto.
Por primer vez descendió Gimnasia y Esgrima La Plata que, a punto de perder la categoría, produjo un partido memorable ante el campeón en La Bombonera y en el que, si bien perdió por 4 a 3, llegó a estar en ventaja de dos goles. Otra de las características principales de este torneo fue el gran aumento de público en las canchas, ya que se vendieron casi 500 mil entradas más que en 1942.